¿Pensar da la felicidad?
LA FELICIDAD Y EL PENSAMIENTO CRÍTICO
Muchos filósofos a lo largo de la historia se han preguntado cual es el fin último del ser humano, el sentido de la vida humana. Muchos de estos autores opinan que este fin último es alcanzar la felicidad. El problema viene cuando nos planteamos cómo alcanzar este objetivo.
Existen dos opciones a la hora de elegir como alcanzar la felicidad: vivir el momento y no pensar mas allá de lo que esta ocurriendo en ese instante o explotar las capacidades propias y exclusivas de los humanos como lo son el razonamiento, el pensamiento y el conocimiento.
La primera opción se basa en el tópico literario Carpe diem, es decir, defiende la idea de vivir el momento sin barajar las consecuencias de tus actos, no pensar como ser tu futuro ni preocuparte por el. De la misma manera, afirma que pensar en el pasado y darle vueltas a algo que ya ha ocurrido puede ser, y la en la mayoría de las personas lo es, lo que principalmente provoca la incapacidad de ser feliz. Por lo tanto, esta primera actitud respecto a la relación entre el pensamiento y la felicidad defiende que pensar críticamente y mucho sobre absolutamente todo lo que ocurre en el día a día, impide alcanzar la felicidad.
Por otro lado, la segunda opción apoya una idea totalmente contraria a la anterior: que la base y el inicio del proceso para alcanzar la felicidad es explotar capacidades exclusivamente humanas como el razonamiento, el pensamiento y el conocimiento con el fin de identificar las cosas que nos hacen felices en nuestra vida y disfrutar de ellas, además de analizar las que consideramos que están mal e intentar buscar una manera de cambiarlas. De esta forma alcanzamos la felicidad usando las capacidades que tenemos y aprovechándolas. Sin embargo, creo que tampoco es bueno llegar al extremo, es decir, pensar absolutamente todo, porque eso puede hacer que estés dándole vueltas a algo durante demasiado tiempo y te sea imposible ser feliz
De cualquier manera, bajo mi punto de vista, todo debe estar equilibrado. ¿Qué quiero decir con esto? Pues básicamente que ninguna de las dos opciones es perfecta. No creo que no pensar en las consecuencias de los actos que uno hace sea la solución ni la única vía hacia la felicidad ya que al final, no haber reflexionado, puede acarrear más problemas y más infelicidad de la que evita. Por otra parte, tampoco creo que pensar sobre todo lo que ocurre sea lo mejor porque sobrepensar es algo que no es bueno ni mental ni físicamente y puede llegar a afectar a la salud.
Por lo tanto, la felicidad y como llegar a ella sigue siendo una cuestión que hoy en día no tiene respuesta. Pero todos deberíamos de intentar buscar un equilibrio entre ambas opciones e intentar ser felices como podamos
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